Jorge Denbossa con NO LLEGAREMOS A LA EDAD DE NUESTROS ABUELOS
"La parte de arriba del Coppola, justo a la entrada, es oscura y su luz es roja, recordando su pasado como bar de putas. La música suena más baja que en la planta de abajo, donde está el dj, y por lo general hay más jaleo. En la barra siempre hay tipos solitarios que beben sentados y fuman con la mirada perdida y grupitos de tres o cuatro personas que desconocen que existe una planta más abajo. Natalia acepta la invitación de uno de los solitarios, un cincuentón trajeado, a meterse con él un tiro en los baños. Natalia no recuerda cuando fue la última noche que durmió en su casa."
"Más de quinientas personas acuden en tromba a la cita, destrozando jardines, coches, mobiliario urbano y causando destrozos en el vecindario hasta tal punto que tienen que intervenir cinco coches patrulla de policía nacional y un furgón anti-disturbios. A eso de las nueve de la mañana, más o menos, una reportera de una televisión local logra entrevistar a Nico de Lert. Ciego de éxtasis, con unas gafas Rayban de pasta amarillas, y envuelto en un mantón de Manila de su madre, Nico declara a la periodista que "tendrá que pasar mucho tiempo hasta que la gente olvide esta puta fiesta".
"Al guardar este último vinilo, Carlos siente una intensa emoción al darse cuenta que está firmado por el mismísimo Laurent Garnier y con fecha de la edición del Festival Sonar en la que pinchó Alex. Una de las maletas ya está medio llena, y Carlos calcula que casi tiene para dos horas de sesión. Empieza a pensar en todos los temas posibles para el momento final, “algo duro, temazos con los que la gente se dé guantazos en la cara”. No le resulta difícil dar con lo que quiere."
Madrid. Noches largas. Modernos. Modernas. Cervezas de los chinos. El Telepollo. El Palentino. Un aspirante a director de cine porno. Una fotógrafa con un Premio Nacional y con cirrosis. Éxtasis. La tetas nuevas de Vanessa. Saunas que son afters. Malasaña. Un pijo. Una erasmus francesa.
Todos ellos y otros cuantos seres más, forman un asfixiante reflejo de una realidad que sucede en un Madrid noctámbulo, festivo y caótico donde la suerte de los protagonistas cambia a la misma velocidad que transcurren los días, mientras todos tratan de alcanzar un destino que realmente, ninguno parece saber cuál es.